Cualquier persona que navegue el panorama artístico latinoamericano contemporáneo se va a encontrar obligatoriamente con el fenómeno de la economía de la amistad, y su manifestación más visible, el “Cheverismo”. En su defensa, los cheveristas han podido articular una red de contactos y proyectos que ha suplido de alguna manera las fallas de un sistema institucional/oficial poco funcional o dinámico, resultando en una promoción del arte joven (sobre todo el centroamericano y caribeño) que antes resultaba invisible en el sistema internacional. Pero a la vez como todos los grupos de amigos, obligan cierto tipo de compromiso de socialización, de círculos de apoyo mutuo, de exclusiones e intrigas que podrían ser acusadas de poco profesionales. Ante la falta de institucionalidad, es el cheverismo una estrategia útil o un obstáculo?
Imagen por Adriana Lara.