Artistas viajeros

Valle de México

Nacido en Washington, D.C., Conrad Wise Chapman fue formado artísticamente en Roma, al lado de su padre, también artista. Más conocido por la representación de escenas de la Guerra Civil de los Estados Unidos, en la cual participó en el lado de los Confederados del Sur, el pintor recorrió México entre 1865 y 1866. Uno de sus temas predilectos en este viaje fue el Valle de México, que pintó en varias ocasiones, algunas en el lugar y otras a partir de notas y de su memoria.

La mitad inferior de esta vista está ocupada por figuras humanas: a la izquierda, mujeres y niños, que descansan o realizan labores domésticas en torno al precario campamento, y a derecha, los hombres que trabajan bajo el sol en el abierto campo.

En la mitad superior de la pintura, se abre el amplio paisaje del valle: la llanura salpicada aquí y allá de bajas edificaciones, el agua, las montañas y el cielo se van sucediendo a medida que la mirada se aleja hacia el horizonte, produciendo en el espectador un efecto de serena vastedad. Este paisaje habitado contrasta con la visión de otros paisajistas viajeros que privilegian la presencia de la intocada naturaleza americana en sus obras.
  • Artista: Conrad Wise Chapman
  • Título: Valle de México
  • Fecha: 1870
  • Materiales: Óleo sobre tela
  • Dimensiones: 13.34 x 20.32 cm
  • Artista: Conrad Wise Chapman
  • Título: Valle de México
  • Fecha: 1870
  • Materiales: Óleo sobre tela
  • Dimensiones: 13.34 x 20.32 cm
Nacido en Washington, D.C., Conrad Wise Chapman fue formado artísticamente en Roma, al lado de su padre, también artista. Más conocido por la representación de escenas de la Guerra Civil de los Estados Unidos, en la cual participó en el lado de los Confederados del Sur, el pintor recorrió México entre 1865 y 1866. Uno de sus temas predilectos en este viaje fue el Valle de México, que pintó en varias ocasiones, algunas en el lugar y otras a partir de notas y de su memoria.

La mitad inferior de esta vista está ocupada por figuras humanas: a la izquierda, mujeres y niños, que descansan o realizan labores domésticas en torno al precario campamento, y a derecha, los hombres que trabajan bajo el sol en el abierto campo.

En la mitad superior de la pintura, se abre el amplio paisaje del valle: la llanura salpicada aquí y allá de bajas edificaciones, el agua, las montañas y el cielo se van sucediendo a medida que la mirada se aleja hacia el horizonte, produciendo en el espectador un efecto de serena vastedad. Este paisaje habitado contrasta con la visión de otros paisajistas viajeros que privilegian la presencia de la intocada naturaleza americana en sus obras.